El palacio Miramar en San Sebastián

El palacio Miramar en San Sebastián

El palacio Miramar es uno de los lugares más bonitos y famosos de la costa de San Sebastián. Aunque normalmente no se puede visitar el interior del edificio, sus jardines están abiertos a todo el mundo y son un lugar muy popular en la ciudad ¡la gente que puede se casa en ellos!

Palacio Miramar

Fueron diseñados por el jardinero francés Pierre Ducasse, y con sus formas suaves evocan a la campiña, mientras que la desigual orografía del terreno ha sido embellecida con distintos conjuntos florales.

Historia del palacio Miramar en San Sebastián

La reina española María Cristina construyó en 1893 este palacio con el fin de ser un palacio donde pernoctar en sus innumerables escapadas a San Sebastián. El palacio de estilo inglés pretendía ser una casa donde poderse escapar en verano, no se quería que ostentase grandes riquezas sino una zona de confort.

El palacio de Miramar comprende la construcción principal y otra parte contigua llamada la Casa de Oficios que están conectadas entre si.

El edificio rectangular tiene dos fachadas principales no iguales por ser cuadrangular y por presentar características diferentes.

Una de las fachadas da lugar al mar, la parte más longitudinal, con un pequeño parque a sus pies y la bahía descendiendo éste.Podemos vislumbrar dos torreones de ocho lados, el principal y más alto en la derecho de la imagen con vista desde el mar, y el otro un poco más pequeño en el extremo contrario.

La fachada lateral podemos ver otra entrada, con el torreón de ocho lados presidiendo dicha estampa.

El palacio de Miramar en San Sebastián presenta un color rojizo por los materiales que se utilizaron para su construcción de piedra gres del Monte Igeldo. Aunque como hemos comentado anteriormente existen elementos puramente anglosajones como la teja o perfileria que adornan todo el edificio.

Descubre más en sobre el mismo en el siguiente panfleto turístico.

No lo visitamos durante el free tour porque está muy lejos, pero siempre os hablamos de él. Echadle un ojo, y si hace bueno ¡echaros un rato sobre el pasto!